Una concentración invernal no es sólo una reunión de moteros en una época del año en que hace mucho frío. Es un momento mágico, que transcurre entre hogueras y amigos moteros que reencuentras cada año. Es la superación de un reto de frío, kilómetros y, en ocasiones, lluvia o nieve. Y por ello, se convierte en una cita ineludible cada año.
Cada uno lo vive de una manera. Para unos es una gran fiesta alrededor de una concentración de miles de motos, y -a ser posible- con no muchos kilómetros de por medio. Para otros, es un momento íntimo en una reunión de moteros sin carácter masivo, en el que reencontrarse con viejos y recurrentes amigos a los que ves año tras año; y que sería imposible sin esta parada. Los kilómetros no importan, y si el reto es mayor mejor que mejor.
Este año, mi cita en el calendario la reservaré para acudir a la Estrella de Javalambre. Copio a continuación su historia, extraída desde su página web:
El Origen
Hace mucho, mucho tiempo…
que en Italia se celebra una reunión mágica…la Stella Alpina Motociclistica Internazionale, concretamente desde el año 1966. Dicha reunión nació como una apuesta entre amigos, el italiano Mario Artuso y el inglés Harry Louis. Al parecer Harry insistía que el paso en moto más alto de Italia era el Passo Stelvio (2.758 m), mientras que Mario defendía que no, que el paso más elevado era el Colle de Sommeiller (3.050 m), y es que nadie pronunció la palabra alfalto, solo paso con moto.
De ahí que el mayor encanto de la Stella Alpina al igual que la Estrella de Javalambre, sea el subir por su pista «con cualquier tipo de moto» hasta la cota nieve, dónde año tras año se reparte la medalla conmemorativa a los asistentes.
Pues bien, en el año 1986 un grupo de amigos para los que la palabra aventura forma parte de su forma de vivir y del nombre de su asociación, quisieron crear una réplica de la Stella en España…la ESTRELLA DE JAVALAMBRE. Era el Grupo Moto Aventura de Utiel, que informados por José Codina (hoy director de Solo Moto 30) el cual había descubierto dicha reunión, se propusieron realizar algo lo más parecido y auténtico posible, salvando, claro está, las diferencias con de los Alpes italianos con la Sierra de Javalambre; así nació la Estrella de Javalambre.
Su magia:
Las olvidadas y frías tierras turolenses, ayudaron en gran manera a darle ese toque entre único y aventurero a quién se acercaba por Manzanera en invierno.
La clave
Su carácter, buen sabor motero y por una “autenticidad” que no se prodiga mucho hoy día en el mundo motero que vivimos, dónde parece que cuanto más es mejor.
Tiempos difíciles
El paso de los años trajo, como siempre ocurre, multitud de vicisitudes y problemas que unas veces con mas acierto y otras con mas dificultades se fueron solucionando, hasta que hace unos años el organizador habitual, el siempre activo Grupo Moto Aventura Utiel, tuvo que dejar de organizar este tesoro entre los eventos ruteros de España.
Tras un año sin reunión, y siendo nosotros, el Moto Club Zona Estival Salou (MCZE), unos enamorados convencidos de la Estrella, nos liamos la manta a la cabeza, y tras hablar con Carlos Verduras (el anterior organizador) y darnos todo su apoyo, nos vimos organizando la reunión a la que tantas veces habíamos acudido.
Manteniendo totalmente el espíritu y la estructura del evento, la organizamos durante cinco maravillosas ediciones. Luego una serie de problemas lo impidieron durante dos años, pero en el 2007… VOLVIMOS CON MAS FUERZA QUE NUNCA.
¿Por qué seguimos?
Porque nos gusta seguir organizando algo tan diferente y original, y aunque muchos se empeñen en que hay que cambiar las cosas, la Estrella de Javalambre es así, y así seguirá siendo, por lo menos hasta que nosotros la organicemos.
¿Como seguimos adelante?
Con ilusión, con las ganas de que todo salga lo mejor posible, ¡¿y como no?!, con la colaboración de un pequeño pueblo y de sus habitantes que se vuelcan con nosotros años tras año. Manzanera es realmente «La Estrella».
¿Actualización o modernización?
Mejor dicho, evolución natural.
Si en las primeras ediciones (foto del Moto Grup Tortugas en la II edición) se permitía la acampaba libre en la pista de acceso al pico de Javalambre, dónde Carlos Verduras entregaba una magdalena y un café con leche junto a la medalla conmemorativa, hoy por hoy desgraciadamente las leyes medioambientales prohiben las acampadas libres y es que ya nos somos 50 inscritos los que acudimos a Manzanera.
Durante el paso de los años se han ido añadiendo varios elementos que los tiempos y los asistentes demandaban: el grupo musical que ameniza la noche…, el desfile de antorchas por las calles del pueblo…, el sorteo de regalos ¡¿y como no?!, el pica-pica de despedida.
En el año 2008 se sumaron a la organización de la Estrella algunos miembros del moto club (actualmente ya no tienen vinculación directa con el MCZE, como así consta en los Estatutos). Estas incorporaciones llevadas por la ilusión de añadir más servicios a los inscritos, nos llevaron a cometer el gran error de querer cambiar ciertas cosas, que en mayor o menor medida desvirtuaban lo que hasta entonces era la Estrella de Javalambre, y que por suerte o por desgracia, creaba un punto de inflexión entre dos grupos bien diferenciados de estilo y de ver el mundo de la moto.
A día de hoy la Estrella de Javalambre, a la cual limita el aforo de hospedaje del camping y de los hoteles de los alrededores, hace que no supere el número de los aproximadamente 350 inscritos, de los que un gran número son vecinos de la zona que se acercan solamente el domingo por la mañana a la recogida de la medalla conmemorativa.
¿Reunión libre o concentración?
Pues ni lo uno, ni lo otro; las actuales leyes medioambientales no nos permiten la acampada «libre» como antaño en la pista, pero en el camping, centro neurálgico de la Estrella de Javalambre, hay bungalows, albergue y zona de acampada con sus servicios, esto último incluido en el precio de la inscripción, así como el desfile de antorchas, una discoteca hasta altas horas, el sorteo de regalos, y un pica-pica de despedida.